- Hace unos años que el uruguayo Luis Suárez se ganó a pulso una fama de agresivo por una acción canibalesca que dio la vuelta al mundo. Desde entonces, ya es sabido que este atacante es tan bueno delante de la portería como pillo en la batalla sobre el césped.
La verdad es que fue una anécdota tan deplorable como cómica, ya que su mordisco a Giorgio Chiellini inspiró miles de memes y chistes sobre su actitud en aquel partido correspondiente a la fase de grupos del Mundial de Brasil 2014.
También se ganaría un montón de apodos, algunos demasiado fuertes, la verdad. A Suárez le siguen llamando "Perro", "Hannibal", "Drácula", "Walking Dead", "Caballo", "Dientes" y "Zombie" y no sé que más.
Cuando un jugador la lía de esta manera, ya sabe que está expuesto a todo tipo de bromas y cachondeos que le acompañarán durante toda su carrera, y a día de hoy se sigue recordando aquel tremendo mordisco que tan mala fama le dio.
Muchos futbolistas suelen calentarse y acaban realizando entradas agresivas, codazos, puñetazos, patadas voladoras, cabezazos, bruscos empujones y todo tipo de actos que no deberían existir en el fútbol. Pero yo reconozco que nunca había presenciado una reacción como aquella, algo que me recordó al mordisco de Mike Tyson a Evander Holyfield en pleno combate de boxeo, aunque este fue tremendamente agresivo, claro.
Pero como esto va sobre fútbol, vayamos al momento en el que Luis Suárez y Chiellini protagonizaron aquella escena más propia de una película del género de terror. Nos plantamos en el 24 de junio de 2014.
Quedaba apenas un cuarto de hora cuando Italia y Uruguay empataban a cero. Ambas selecciones buscaban romper el resultado de un partido intenso pero sin goles, y la desesperación se apoderaba de Luis cuando se hartó de los marcajes del italiano.
Un balón aéreo rondaba el área protegida por Gianluigi Buffon, pero los protagonistas de la jugada no estaban ni cerca del esférico, por lo que esta polémica aún se torna más absurda.
Lejos de ese balón dividido, Giorgio trata de tapar la llegada del delantero uruguayo poniendo el cuerpo como barrera, a lo que Suárez responde con un tremendo mordisco en el hombro del defensor. Éste tampoco se queda corto, pues de la misma sacudió un codazo en la boca del ariete.
De repente (porque muy bien no se apreció de primeras), ambos futbolistas aparecen tumbados en el suelo; uno con la mano a la espalda y el otro con las manos en la boca. La moviola nos saca de dudas, y en la repetición se puede apreciar como Luis Suárez se convierte en Drácula para darle un tarisco al zaguero cerca de su omóplato.
Giorgio Chiellini muestra a todos la marca que le había dejado Luis Suárez con su bocado. |
- Entonces empiezan las recriminaciones entre los futbolistas, pero el colegiado mejicano Marco Rodríguez, alias "Chiquimarco" parece no haber visto nada, por lo que no resolvió la jugada con la merecida expulsión de al menos uno de los protagonistas.
Chiellini seguía mostrando a todos la marca que le había dejado el delantero charrúa, mientras que el agresor seguía comprobando si su prominente dentadura estaba en su sitio.
Finalmente, el partido siguió su curso y los uruguayos festejarían el pase a octavos, ya que el defensa Diego Godín resolvería el partido un minuto después de la mordida de su compañero: 1-0 e Italia para casa.
Aquello no pasaría a la historia tan fácilmente, pues una gran cantidad de memes e imágenes chistosas empezarían a circular por las redes sociales, cada cual más graciosa y original. Aquel mordisco fue tan sonado, que a Luis Suárez aún le siguen vacilando con el tema, además de esos múltiples apodos que le acompañan en cada partido.
Para finalizar este capítulo agresivo del Mundial de Brasil 2014, procederemos a ver una vez más aquella absurda acción que tanto ha dado que hablar en el mundo del balompié.
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