De moda: Gol-Ball.

- Os habréis fijado en cada partido que, a pie de campo, podéis toparos con una especie de urna alta. Pues no es para otro objetivo que para llenarla de balones, tantos como goles haya en el encuentro. Es decir, cada balón que bese la red, pasará a ser depositado a una caja de cristal hasta que entre un nuevo esférico.

El "Gol-Ball" -también conocido como "Balón de Gol", es una curiosa iniciativa lanzada por la LFP española, claramente con fines lucrativos, o esa sensación es la que me da a mi.

Se trata de una novedad en nuestra querida Liga Española, pura tecnología para subastar los balones que hayan terminado en gol. Cualquier postor podría llevarse el balón con el que ha marcado su ídolo... ¡Sí, tú también!.

- En términos más técnicos, diré que el Gol-Ball es una compañía externa encargada de proporcionar el sistema por el cual certifican los balones utilizados para marcar los goles, para que posteriormente el público pueda adquirirlos mediante marketplaces oficiales habilitados a tal efecto, o también a través de sorteos.

La tecnología blockchain se puso a funcionar a partir de la decimosexta jornada del campeonato liguero, para así  convertidos en coleccionables digitales, los cuales estarán identificados, certificados y registrados para garantizar su originalidad.

La Liga llegó a un acuerdo con la empresa "Gol-Ball" para que a partir de 2023 nos acostumbremos a ver una urna que se irá llenando de pelotas según vayan sucediendo los goles.

Como ya he dicho, a pie de campo nos encontraremos esa urna en la que figurarán los escudos de los equipos a enfrentar y, justo debajo, se reflejara el resultado, y en dorado el tanto del balón por el que se puede pujar.

Es probable que detectéis como un recoge-pelotas o cualquier auxiliar de campo vaya corriendo como un loco para retener el balón con el que el futbolista ha marcado el gol. Inmediatamente lo depositará en la dichosa urna.

Ese cuero permanecerá ahí encerrado hasta que se celebre un nuevo tanto y será puesto a subasta en la citada tecnología. El que quiera podría hacerse con el laureado ejemplar.

Ya empieza a ser una imagen muy de moda en cada estadio, e incluso los comentaristas demuestran su profesionalidad explicándonos la posibilidad de llevarnos este premio tan novedoso. 

La urna del Gol-Ball nos muestra el resultado del encuentro y expone el balón-gol.

- Ahora bien. A mi me surge la duda sobre qué pasaría si el balón se pincha en la ejecución. ¿Para qué quiero comprar un balón pinchado?. Voy más allá... ¿Y si un jugador marca un hat-trick?. ¿Ya no podría cumplir con la tradición de llevarse el balón?. En todo caso, el goleador no tendría más remedio que pujar, como todo Cristo.

En fin. Es posible que cualquier día nos expongan las botas del goleador y, siendo más crueles, hasta sus calzoncillos sean metidos en una caja plastificada y expuestos como un coleccionable más. Veamos cuanto dura esta nueva moda.

¿Te acuerdas de aquel gol que no pudo marcar Pelé?

- La historia se encarga de mostrarnos lo mejor que han dejado aquellos grandes magos del balón, aunque también hay fallos o intentos que pueden marcar la carrera de un futbolista, como ocurrió con Edson Arantes do Nascimento "Pelé", fallecido en el invierno del año pasado.

Desde hace muchos años, los comentaristas o periodistas deportivos se han estado refiriendo al "Gol que no pudo marcar Pelé" a un lanzamiento acertado desde medio campo o desde terreno propio.

Para conocer esa historia, nos trasladamos al Mundial de México 70, al primer partido que enfrentaba a Brasil con Checoslovaquia. Aquel 3 de junio de 1970, los checoslovacos sucumbirían ante el poder de la "Canarinha".

Aunque Pelé acabaría marcando un gol,pudo redondear su actuación con un lanzamiento desde más de sesenta metros que finalmente se marcharía por encima del larguero que defendía el arquero Ladislao Mazurkiewicz. Brasil ganaría por 4-1, y aquel sería el gol que nunca pudo hacer el astro carioca.

Desde entonces, crecimos con ese vibrante comentario de "¡Ha conseguido hacer el gol que no pudo obrar Pelé!". Y esto ocurre cuando un futbolista se atreve hacer esta maniobra con éxito positivo.

Uno de los que más recuerdo, fue el que le hizo Mikel Lasa al Sevilla en febrero de 1995, cuando el zaguero vasco jugaba para el Real Madrid. Con su zurda, Lasa sorprendería a Juan Carlos Unzué desde la banda izquierda de su propio campo.

Antes ya lo había intentado otro madridista, y no fue otro que el rumano Gheorge Hagi ante Osasuna. José Luis Zalazar firmó uno de los mejores goles en la historia del Albacete Balompié al convertir de la misma manera ante el Atlético de Madrid, en la campaña 92\93. Incluso los hay que lo han conseguido por dos veces, como Íñigo Martínez con la Real Sociedad.

A nivel internacional, lo han intentado con éxito otros grandes futbolistas como Clarence Seedorf, David Villa, Martín Palermo, Luis Suárez, David Beckham o Wayne Rooney, pero me he reservado un gol más increíble para honrar la figura del gran Pelé.

Nos vamos a la Eliteserien noruega para acordarnos de uno de los goles de más de medio campo que dejó boquiabierto a todo el planeta. Lo que más estupor causó es que el tanto fue de cabeza, desde 57 metros.

El 25 de septiembre de 2011, un jugador del Odd Greenland llamado Jone Samuelsen aprovechó otro rechace cabeceado por un jugador del Tromso para empujar un testarazo desde su campo que remataría un partido que iba con resultado de 2-1. Aquella imagen dio la vuelta al mundo... ¡Eso ni lo intentó Pelé!.

Pelé estuvo a punto de marcar un gol desde casi sesenta metros en el Mundial de México 70.

- Hay goles que nos recuerdan memorables momentos. Aunque no fue desde su campo por los pelos, Nayim le dio al Zaragoza un tremendo gol desde unos metros superando el eje central. Aquella obra de arte le dio la Recopa de Europa a los maños, pero no fue desde su zona, claro.

El último gol que recuerdo desde la zona media, es el que le hizo Joselu Mato al Getafe el 15 de enero de 2023. El delantero gallego aprovechó una perdida del getafense Luis Milla para iniciar la victoria del Espanyol a domicilio (1-2). Esa fue otra de las intentonas que no pudo realizar Pelé, pero seguro que le ofreció un guiño al atacante gallego tras materializar uno de los mejores goles que se han visto esta temporada. 

El personaje: Ramón Mendoza.

- Toda una década de mandato en el Real Madrid, tratando de engrandecer la leyenda en busca de títulos que al mismo tiempo glorificasen su gestión desde el cuerpo directivo.

Cierto es que Mendoza consiguió alzar muchos títulos como presidente, pero en sus años de reinado blanco no fue capaz de aportar esa Copa de Europa que llegaría poco después de su marcha. 

Fue el sucesor de Luis De Carlos en la presidencia del club blanco, a la que accedió a mediados de los ochenta como único candidato a las elecciones. El 24 de mayo de 1985 iniciaría su labor como máximo mandatario del Real Madrid C.F.

Jesús Gil y Mendoza, amigos y rivales.

- Pronto se conocería un poco del pasado de Ramón Mendoza Fontela, ante todo, un hombre de negocios. Nació el 18 de abril de 1927 en Madrid (España). Digamos que fue un chico de buena vida que estudió Derecho en su propia ciudad.

El otro día, estuve viendo un capítulo de "Cuéntame cómo pasó" que me recordó bastante al modo de vida de Mendoza, un hombre que también estuvo inmerso en los negocios de la equitación, un poderoso empresario que se atrevió a intercambiar con empresas de la Unión Soviética cuando en España estaba dominada por el régimen franquista. 

Otras ocupaciones tuvo con el Grupo Prisa, el Banco Exterior y una inmobiliaria que regentó junto a Lorenzo Sanz. Como no, Don Ramón también andaba metido en materias de la construcción, como si fuera el mismísimo Pablo Ramírez Sañudo (busquen por Google).

Mendoza era un tipo que no escapaba a la atención de los medios de comunicación. Bien podría aparecer en cualquier fiestecilla, como se pondría a correr en una pista de atletismo con su ropa de etiqueta junto a Jesús Gil y Gil. Con el presidente atlético tuvo un mal inicio que acabó como una gran amistad.

Era un señor que tenía muchos vicios, y uno de ellos era fumar como un carretero. Nadie olvidará aquella celebración del barcelonista Hristo Stoichkov, dando caladas como si fuera el mismo Mendoza.

Su gestión madridista se inició con la confianza puesta en Luis Molowny, el técnico que comenzaría su reinado blanco con el título de Liga y la Copa de la UEFA de 1986.

Pero uno de sus favoritos siempre fue el técnico neerlandés Leo Beenhakker, con quien el presidente madrileño trató de buscar la conquista de la Liga de Campeones, el sueño húmedo e imposible del bueno de Ramón, ese tipo de pelo cano que tuvo que conformarse con otros trofeos.

Hay que reconocer que Mendoza lo intentó todo. En sus diez años al mando del Real Madrid, aportó ilusionantes fichajes como el de Hugo Sánchez, Bernd Schuster o Gica Hagi. Incluso se atrevió a fichar a Michael Laudrup, arrebatándoselo así a su eterno rival, el Barça de José Luis Núñez. También hubo fiascos, como el del croata Robert Prosinecki.

Mendoza celebró muchos títulos con el Madrid, pero siempre le falló la Champions.

- Quiso alimentar al madridismo con la "Quinta del Buitre", pero el "Dream Team" barcelonista le acarreó grandes dolores de cabeza y, aún así, pudo celebrar en su mandato seis títulos ligueros.

También depositó en las urnas dos ejemplares de la Copa del Rey, cuatro de la Supercopa de España y la Copa de la UEFA que obtuvo en su primer año al frente de la presidencia, esa que duró una década.

Se le escapó la Champions League, esa anhelada Copa de Europa que sí pudo ganar su sucesor y compañero de negocios Lorenzo Sanz. Años después fallecería Ramón Mendoza (2001), cuando se hallaba de vacaciones en las Bahamas.