El personaje: Héctor Cúper.

- Prestigioso entrenador que hace poco dejó de dirigir a las selecciones de Uzbekistán y Egipto. Anteriormente se hizo cargo de innumerables equipos, dejando su sello de profesionalidad en ligas tan reputadas como la española o la italiana.

Héctor Raúl Cúper alcanzó una gran fama por España, especialmente en su paso por Mallorca y Valencia. También fue destacada su labor en clubes de alto nivel como el Inter de Milan o Parma, aunque siempre le quedaría esa espina de poder ganar competiciones de mayor relevancia. Fue seleccionador de combinados de poco renombre, y su figura se fue desvaneciendo en el tiempo, sin acaparar la atención de los medios internacionales.

Ronaldo con Héctor Cúper.

- Cúper nació en Santa Fe (Argentina), el 16 de noviembre de 1955. Inició una trayectoria futbolística que surgió en Ferro Carril Oeste y que transcurrió por otros clubes argentinos como Independiente Rivadavia y Huracán. Jugaba como defensa y sus compañeros le llamaban "Cabezón" por sus fuertes y poderosos remates aéreos, útiles tanto en defensa como en ataque.

Después comenzaría su etapa como entrenador. El de Chabás asumiría su primera misión en los banquillos con Huracán, del que pasaría al Lanús, con el que haría un fantástico trabajo que traspasaría fronteras. Héctor ya contaría con muy buenas ofertas como para atreverse con retos más atractivos.

Aterrizó en España allá por el verano de 1997. De repente conoceríamos su nombre y sus grandes dotes de mando. Aquel delgaducho entrenador con pelo canoso y pinta de majete se uniría a un Real Mallorca al que aportaría un fútbol nuevo y convertiría en una de las revelaciones de la Liga Española.

Con sus herramientas, y futbolistas crecidos como Jovan Stankovic, Vicente Engonga, Juan Carlos Valerón, Amato, Roa e Iván Campo, el técnico argentino empezaría a dar muestras de buen fútbol por el fútbol español.

Fue toda una hazaña lo que hizo con el conjunto balear, al que llevó a la final de la Copa del Rey en 1998, donde el equipo cayó ante el poderoso Barcelona de Louis Van Gaal en la tanda de penaltis.

Al año siguiente haría campeón de Supercopa al Mallorca, paseando su honor por Europa, llegando a la final de la Recopa, en la que la Lazio saldría vencedora en Villa Park. En Liga, el cuadro balear quedaría tercero.

Tras dos maravillosos años por la isla, Héctor Cúper se acercaría a la Ciudad del Turia para fichar por el Valencia, donde tendría la dificultad de afrontar retos más exigentes y la facilidad de contar con el "Piojo" López en su delantera.

Con el equipo ché competiría muy bien durante dos campañas, aunque solamente podría registrar un título para decepción del siempre exigente aficionado valencianista. Una vez más, Cúper alzaría la Supercopa española.

Y no habría más, pues Cúper abandonaría España para retornar años después, con la intención de recuperar su prestigio en Mallorca y dirigiendo a equipos como el Betis y un Racing que perdería la categoría.

Entre medias se haría cargo del Inter de Milan, donde tuvo el honor de entrenar a cracks como Ronaldo Nazário, Álvaro Recoba, Fabio Cannavaro, Sérgio Conceição o Christian Vieri.

Su paso por el Inter fue bastante decepcionante, un equipo en el que dispondría de las mejores armas como para realizar las mejores gestas. Sin embargo, en sus tres inconclusas temporadas por Milan nada pudo celebrar, marchándose de la empresa "nerazzurra" para volver a un Mallorca donde poco más tendría que hacer.

Héctor Cúper realizó una fantástica labor en España, especialmente con el Real Mallorca.

- En la Serie A también dirigió a un Parma al que descendió, como haría con el Racing de Santander en España, donde tampoco volvería a entrenar tras dirigir a la selección de Georgia y al Aris de Salonica heleno.

Héctor Cúper empezaría a asumir cargos de menor exigencia. Después de entrenar en Turquía y en el fútbol árabe a Orduspor y Al Wasl, aceptó el cargo de seleccionador de Egipto, a la que llevaría al Mundial de Rusia 2018. Hasta el año siguiente también ejerció como seleccionador de Uzbekistán, abandonando su lugar en el banquillo en septiembre de 2019.

De moda: Ruedas de prensa virtuales.

- Es algo que ya empezamos a echar de menos, casi que nos genera nostalgia. Me refiero a una rueda de prensa futbolera de toda la vida, con sus periodistas preguntando o incordiando, con cabreos de entrenadores en directo, información o mementos divertidos que muchas nos han dejado.

La culpa no fue del cha-cha-cha de Jaime Urrutia esta vez, sino de la alargada presencia del Covid-19 entre nosotros, que ya ha sido Covid-20, Covid-21 y a saber si todavía tendremos tres versiones más.

Esperemos que no, puesto que ya no solo es un incordio no poder ir al fútbol, sacar fotos con futbolistas o aportarles aliento. A los que nos gusta seguir prolegómenos y momentos posteriores de un partido, nos encantan las ruedas de prensa.

Casi hemos olvidado el ambiente que nos muestra ese aula completa con diferentes periodistas deportivos, protagonistas de la mesa principal y aquellos cámaras y profesionales que nos acercan al momento interrogatorio. 

Las estampas publicitarias, los micros y esos ecos que brotan de las paredes de cada aula de prensa nos echan de menos a todos, así como nosotros añoramos un principio o fin de jornada con todo ese ambiente que hacía del fútbol algo especial. Y eso que hace unos años nos parecía una chorrada... ¡Pues ya veis!.

Esta maldita pandemia ha dado aparición a otro tipo de ronda de preguntas, con compañía, pero a la vez más solitaria. Por suerte, la nuevas tecnologías han facilitado que podamos seguir de cerca los comentarios de cada profesional.

Apareció esa llamada "Rueda de Prensa Virtual", que viene a ser lo mismo pero con escasez de gente para evitar contagios a tutiplén. En cada sala, está permitida la presencia de un cámara, el deportista a cuestionar y, como mucho, un acompañante. 

¿Dónde están los periodistas?. Pues en la rueda de prensa, aunque desde sus respectivas casas. Los diferentes profesionales deben acceder a cada "RP" manteniendo un orden de preguntas y haciendo aparición mediante un pantallón gigante que se divide en cuadraditos, en los que se ubica cada periodista.

Gracias a las innovadoras tecnologías, es posible que se puedan seguir realizando un turno de preguntas a la que el entrenador, jugador o directivo, podrá responder. Al principio, el cuestionado no tenía la obligación de presentarse en el aula, y grababa directamente desde su casa u otro lugar, enfocado por una webcam de toda la vida.

La mayoría de los profesionales ya tienen menos miedo a aparecer por la sala de prensa, la cual será desinfectada tras la desaparición del protagonista, que supuestamente ya se habrá sometido a una prueba "PCR" (Proteína C-Reactiva).

Vemos al entrenador del Celta, Eduardo Coudet, emitiendo una rueda de prensa virtual.

- Pese a que la rueda de prensa virtual cumpla perfectamente con su función, a veces comete fallos que incordia mucho a los curiosos videntes. Muchas veces, es difícil entender al periodista, por una mala calidad de audio, corte de red o apagón. Esto hace que los profesionales deportivos pierdan la paciencia constantemente.

Lo bueno de este método tan necesario es que nos permite seguir viendo ruedas de prensa, e incluso ha dado lugar a reinventarse en los podcasts deportivos, que suelen emular a las ruedas de prensa virtuales haciendo programas imitando el mismo progreso. No hay mal que por bien no venga.