- En la final de Copa del Rey que se disputó el pasado 3 de abril de 2021, todos fuimos testigos de un hecho insólito en la competición española, que yo sepa, algo que jamás había ocurrido tanto en la Liga como en la llamada "competición del K.O.".
Corría más o menos en minuto 60 de partido cuando el jugador del Athletic, Íñigo Martínez, trabó en el área a Mikel Oyarzabal, por lo que el colegiado Estrada Fernández decretó penalti a favor de la Real Sociedad.
Como todos sabemos, el lanzamiento acabó besando las mallas del arquero rojiblanco Unai Simón, lo que a la postre sería el tanto que decidiría la Copa a favor del conjunto de San Sebastián (1-0).
En esa misma jugada en la que se comete penalti surge una extraña polémica. El árbitro decide expulsar al jugador del cuadro rojiblanco por la dura entrada sobre Oyarzabal, así que Martínez ya tomaba camino al vestuario, convencido de que la final había terminado para él.
Para mayor sorpresa, y mientras que los jugadores bilbaínos protestaban la decisión del trencilla, éste escucha una propuesta del equipo técnico del VAR. Pese a que confirma su intención de señalar el punto de castigo, de pronto ocurre algo fuera de lo normal.
¡Y sí!. Íñigo, que ya pensaba en pegarse una ducha maldiciendo su fallo en la jugada, es llamado por Estrada Fernández, quien retira la cartulina roja para mostrar entonces la amarilla.
Fue un auténtico caos. Los medios no paraban de criticar la rectificación del colegiado, ya que una cosa es darse cuenta del error con el jugador en el campo, solicitar la revisión y pedir paciencia a todos.
Sin embargo, no ocurrió así. Parece que, en principio, el catalán había estimado que la entrada del defensor rojiblanco merecía la roja, así que optó por mostrar la cartulina correspondiente sin miramiento alguno.
La llamada de sus colegas del VAR le hizo recapacitar demasiado tarde, con el jugador ya fuera del campo, un hecho que jamás se ha visto en el fútbol español, y menos con la nueva tecnología.
No deja de ser curioso, pero un acontecimiento semejante ya ocurrió hace seis años, aunque fuera sin la ayuda del VAR y con la propia decisión arbitral. Fue algo muy sonado en el fútbol internacional.
Y es que aquello no ocurrió en España, sino en Brasil. Pasó en un encuentro liguero entre Chapecoense y Palmeiras, allá por el mes de octubre de 2015. Los protagonistas serían el árbitro Jaílson Macedo y el miembro del Palmeiras Egídio.
El zaguero brasileño sería expulsado por el juez de la contienda, por una fuerte entrada que debería ver en principio demasiado clara. Al igual que Íñigo Martínez, Egídio tomaría el camino del vestuario.
 |
| Estrada Fernández conversa con los jugadores de uno y otro equipo antes de tomar su decisión. |
- Entonces no había VAR ni leches, y aún sería más extraño que el señor Macedo ordenase avisar al jugador del Palmeiras, a quien quitaría aquella tarjeta roja para continuar su partido en el césped.
Lo que ya no cabía esperar es lo que ocurrió hace algo más de dos semanas. Aún muchos se preguntan en qué pensaba Estrada Fernández cuando se precipitó en una decisión que sería corregida por sus compañeros y rectificada demasiado tarde. Al final lo que importó fue el resultado, pero no está de más recordar un hecho que jamás habíamos contemplado en la competición española.
No hay comentarios:
Publicar un comentario