- Hagamos un breve repaso a aquellas mañanas noventeras en las que el fútbol teníamos que imaginárnoslo a falta de medios. Otra opción era pedir un aumento de la paga a nuestros padres para poder tomar una Coca Cola en un bar para poder ver a nuestro equipo tranquilamente.
Canal Plus irrumpió en el mundo del fútbol ante el inicio de la temporada 1990\91. A partir de entonces, nuestra querida Liga Española empezaría a verse en nuestros televisores, ofreciendo cada domingo un partido elegido por la compañía de Sogecable.
Todos los domingos, y de forma ininterrumpida durante más de dos décadas, a eso de las 12:00 P.M., se ofrecía un partido de la jornada al que se denominaba "El partidazo del Plus".
Para ver el partido no habría más opción que contratar los servicios de Canal Plus, que mediante un decodificador, ofrecía sus espacios a cambio de una cantidad mensual que con los años iría subiendo de precio.
Disponíamos de varias formas para seguir el encuentro, la más cutre de ellas, imaginar jugadores y la posición del balón, gracias a aquellas líneas que opacaban la señal televisiva. Con mucha atención, casi podíamos reconocer incluso a los jugadores.
Las voces se oían como si se tratase de una psicofonía, aunque algo se podía intuir. De esta manera, al menos podíamos enterarnos del resultado, aunque nos perdíamos cada detalle de una imagen nítida y clara.
No quedaba más remedio que abonarse al "Plus", como rezaba aquel simpático anuncio: "Paz y amor... y el Plus para el salón". Eso sí, también disponíamos de varias opciones para ver fútbol por la cara.
Yo recuerdo al típico señor con jeta que hacía como que daba un paseo y no se perdía detalle del partido, deambulando cerca del bar por no pagarse un café. Como éste había uno o dos por barrio.
Lo más normal era empezar a ver a mucha gente arrimando la cabeza en el bar que estuviesen "dando" el partido, para así enterarse de la trama sin necesidad de pagar una consumición. Los chavales no teníamos más fácil, nos sentábamos en el suelo de la calle y...¡a disfrutar del fútbol por la cara!.
Lo malo es que uno va creciendo, y con ello, va creciendo también la vergüenza, así que llegaría un momento en el que no se podría recurrir a lo de ser un niño, ya que Canal Plus siguió ofreciendo sus servicios durante muchos años.
De aquellas mañanas de rabas, "poteo" y el fútbol de las doce siguen brotando muchos recuerdos, de esos días en los que a los futbolistas les hacían madrugar para que hubiese espectáculo, codificado o no.
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| Y así es como disfrutábamos del partido de los domingos si no disponíamos de un decodificador. |
- Pronto aparecerían los típicos "aguilillas" que, a cambio de un módico precio, conseguían una especie de tarjeta que permitía a cualquiera ver el fútbol "por la face", además de otros espacios, como el cine, la Fórmula 1, baloncesto y otras galas.
Es ineludible rememorar aquellas mañanas de domingo en la que tirábamos de ingenio para seguir a nuestro equipo. Nunca tuve que recurrir a comprarme el decodificador, pues siempre hubo solución alguna para ver el partido de las doce... y si no, tocaba disfrutarlo a rayitas y con voces psicofónicas.
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