- A veces echo la vista atrás y añoro aquellos años de fútbol que en cuya simpleza residía el encanto. En los terrenos de juego se veían otra clase de formas, quizás un espectáculo menos vendedor, aunque sí más intenso.
Esa intensidad se trasladaba más allá de la cancha, en la calle, en los despachos e incluso en la mismísima sede de la LFP. En el seno del fútbol español, allí donde se reunían los peces gordos para discutir los aspectos de la competición, también ocurrían acontecimientos de alta tensión, como es el que hoy quiero recordar y compartir con todos ustedes.
Un 8 de marzo de 1996, los medios televisivos nos sorprendieron con un vergonzoso acto que sonrojó hasta al mismísimo Ángel María Villar, quien por entonces ejercía como presidente de la RFEF. Fue la pelea más absurda que pudieron captar unas cámaras en la historia del fútbol nacional.
Los protagonistas de este lamentable pero gracioso capítulo fueron José María Caneda y Jesús Gil y Gil, presidentes de la Sociedad Deportiva Compostela y Atlético de Madrid respectivamente. Sobre el último ya hemos tratado anteriormente en FST.
Casi recuerdo a la perfección aquel día en el que los informativos me dejaron estupefacto ante el televisor. Claramente podíamos apreciar un barullo en el que predominaba la figura de Gil tratando de asestarle un puñetazo al presidente del Compos.
Al parecer todo venía de unos días atrás, cuando Caneda le había reprochado algo al presidente colchonero en otra de esas intensas reuniones de los diferentes directivos de la Liga Española. Gil guardaría rencor hasta la siguiente velada, en la que finalmente estallaría la famosa pelea entre máximos mandatarios.
La situación era verdaderamente bochornosa, aunque tan desternillante que parecía sacada de una comedia cinematográfica. Reiterados insultos, empujones, gritos, más gritos y un golpe final que acabaría en el rostro de José González Fidalgo, gerente de la entidad santiaguesa.
El golpe iba dirigido hacia Caneda, quien aseguran que en sus tiempos mozos fue boxeador. Mala fortuna tendría Fidalgo, que se llevaría el tremendo enrabietado sopapo por parte de un Jesús Gil que iba respaldado por sus "gorilas".
Si antes del golpeo ya sonaron ofensivos insultos, éstos se multiplicarían en una frenética secuencia que duraría incluso ya adentrados en la sede nacional. Parecía una auténtica pelea de barrio entre unos señores que representaban a dos clubes serios e históricos.
Desde el punto de vista de muchos (y me incluyo), fue un acontecimiento más bien humorístico. De la boca de Gil saldría un "¡Te arranco la cabeza, eres un chorizo!", a lo que Fidalgo respondería: "Y tu un hijo de puta", y entonces se armaría el lío con el manotazo del presidente atlético.
- Los guardaespaldas aparecerían en acción y comenzaría el repertorio de insultos entre unos y otros mientras se adentraban en la sede. Entre algunas perlas, e "hijo de puta" como coro principal, sonaron las siguientes expresiones: "Has faltado a los votantes de Marbella", "¡quieto presi!", "algún día te la devolveré montón de mierda", "vosotros cobráis del Compostela y yo pongo dinero", "como hablas cuando estás acompañado"...
Una de las mejores frases fue la que le soltó Gil y Gil a Fidalgo: "¡Hala, tú fuera que a ti ni te conozco!". Sin embargo Caneda se dejaba retar y corrspondía: "Cuando quieras. Cuando vengas sin tu gente, calamidad, ¡Que eres un calamidad!".
Los dirigentes ya subían las escaleras cuando José González Fidalgo estalló aún dolido por el golpe y casi sollozando exclamó "¡Eres un montón de mierda, cabrón, dame otra igual!". En aquellas pobladas escaleras, los protagonistas continuaron agrediéndose verbalmente hasta casi producirse un nuevo enfrentamiento, aunque por fortuna, todo quedaría en amenazas y en una cómica anécdota para el recuerdo.
Aquel era el fútbol que nos representaba por entonces fuera de las canchas. Siempre se vivirán momentos tensos entre gente relacionada con el deporte, pero pocos enfrentamientos llegarán a la altura de aquella pelea entre Jesús Gil y José María Caneda... bueno, y de Fidalgo también.
Para todos aquellos nostálgicos que quieran revivir aquel histórico combate entre presidentes, a continuación dejo la reproducción de uno de los momentos más bochornosos y lamentables en la historia del fútbol español:
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