- ¿Qué hay mejor que un domingo para celebrar muchos goles?. Ya he prometido en ocasiones que algún día crearé una entrada en la que recopilaremos las formas más originales de celebrar un gol, pero hoy nos centraremos solamente en una.
Es ese arte de mezclar la gimnasia con el fútbol, de ganarse la admiración de muchos aficionados con una espectacular maniobra que ponga en pie a todo un estadio, una llamativa acrobacia que honre al gol
Se cree que el pionero de esta original celebración fue el mejicano Hugo Sánchez, que a lo largo de los años ochenta y noventa se acostumbró a realizar ese combo que entusiasmó a mucha gente. Sin embargo, seguramente hubiese alguien que años atrás hubiera sorprendido con volteretas que animasen al balompié.
Uche hacía las piruetas más completas. |
- Pero queda claro que el delantero mejicano inició una moda que posteriormente derivó en costumbre para otros atletas del balón. Recuerdo aguardar su particular celebración en cada tanto materializado de su larga carrera en equipos como el Atlético, Real Madrid, Rayo o con su selección.
En el equipo del que soy seguidor recuerdo las piruetas de Haim Revivo, un israelita que nos hizo disfrutar mucho a los celtistas y que tomó por costumbre imitar al centroamericano en cada gol. La maniobra era idéntica, posándose sobre ambas manos para realizar un perfecto giro en el aire y cayendo de pie ante la afición.
Pero la más completa que he visto ha sido, sin duda alguna, la celebración del nigeriano Ikechukwu Uche, quien en su largo caminar deportivo hizo gala de una increíble acrobacia para equipos como el Racing de Ferrol, Recreativo de Huelva, Getafe y Zaragoza entre otros. El delantero africano nos deleitaba con múltiples volteretas, dignas de un ejercicio al más puro estilo olímpico, combinando fútbol y gimnasia artística en un mismo espectáculo. Lo que no entiendo es como después tenía energías para seguir corriendo por el verde como si nada hubiese pasado.
Pero muchos son los futbolistas que han honrado al mismísimo Bruce Lee en sus particulares celebraciones. Todos recordaremos las acrobacias que realizó Miroslav Klose como jugador, dejandoo una muy significativa en el Mundial de Brasil 2014, en el que que cuajó un excelente papel.
Robbie Keane también nos acostumbró a similares celebraciones sobre el terreno de juego, e incluso el inglés Wayne Rooney se puso el traje de gimnasta en alguna ocasión. Lo cierto es que es más común ver a futbolistas africanos haciendo este tipo de movimientos.
No necesariamente se necesita hacer gol para realizar semejante salto, pues hombres como el islandés Steinthor Thorsteinsson ya nos han sorprendido con una pirueta realizada para impulsar un saque de banda.
Incluso se ha visto a porteros hacer la voltereta como festejo, como fue el caso de un joven Antonio Jiménez Sistachs "Toni", quien ofreció un acrobático salto sin manos para celebrar que España fue campeona en las Olimpiadas de Barcelona 92.
Claro que por entonces ya contábamos con esa "media vuelta" que se daba el colombiano René Higuita para detener disparos del adversario. Aquella maniobra, el llamado "Escorpión" también podría ser considerada como una obra de arte aérea.
Claro que fue Hugo Sánchez quien nos acostumbró a darle la vuelta al nueve para convertirlo en un seis, pero cada vez son más los profesionales de este deporte que se atreven con esta arriesgada pirueta, a veces hasta mortal.
Y es que muchos recordarán aún el fallecimiento de Peter Biaksangzuala, un joven atacante que competía en ligas regionales de la India y que llegaría a convertir una celebración en una auténtica tragedia.
El delantero de veintitrés años trataría de realizar una doble pirueta aérea, con tan mala suerte que golpearía su cuello con el suelo, lo que días después derivaría en una muerte cruel. A partir de entonces se mirarían con lupa esta clase de celebraciones.
La espectacular voltereta con la que nos deleitó Miroslav Klose en el Mundial de Brasil. |
- También hemos presenciado volteretas menos arriesgadas, como aquella "croqueta" que simuló el futbolista español David Català al marcar un gol para el Celta. El zaguero se apoyaría en su propia columna para rodar por el suelo y así asegurar su buen estado de salud.
¿Quiénes no habéis tratado de emular a estos profesionales en vuestra etapa como jugadores?. Yo creo que no soy el único que lo ha intentado. El caso es que esta especie de "salto mortal" ha dignificado al fútbol en más de una ocasión, con diferentes nombres y apellidos y de diversas formas.
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