- Fue algo increíble, un partido que quedó para los anales de la historia. Y no solo fue importante por la clasificación de cara a la Euro de Francia 84, sino por la forma de hacerlo, por golear a un rival por esa cantidad de goles necesaria para acceder al evento internacional. En el momento de la gesta, un servidor tenía cinco años de edad.
Es imposible que recuerde todo con exactitud, pero siempre retumbó en mi cabeza el sonido de aquellos doce goles cantados por José Ángel de la Casa en TVE, quien desacompañado en una cabina coreaba más que un grupo de Hooligans.
Aquel gran profesional del periodismo deportivo haría vibrar a toda España, así como al mundo del deporte, pues tal hazaña llegaría a dar la vuelta al mundo. Hoy en día hay quien piensa que el partido fue amañado.
Juan Señor haría el gol decisivo. |
- Pero vayamos con los prolegómenos. La selección española de Miguel Muñoz se había metido en un buen lío. Para lograr la clasificación a la Eurocopa de 1984, "La Roja" necesitaba alcanzar el primer puesto de su grupo, en el que reinaba Holanda por puntos y diferencia goleadora.
Al seleccionador nacional no le quedaría otra que concienciar a sus jugadores para alcanzar el prácticamente imposible reto. Los españoles se la jugarían en el último partido ante Malta, un duelo en el que ganar no sería suficiente, pues deberían hacerlo por once o más goles para superar a los holandeses en la clasificación. Parecía que el pescado ya estaba vendido.
Aquella última cita sería en Sevilla, en el bético estadio del Benito Villamarín. El encuentro estaba programado en vísperas navideñas. para el 21 de diciembre de 1983. A las 20:00 de la noche ya se anunciaba el comienzo del partido internacional, pues en cuestión de media hora el cuero echaría a rodar. Muñoz pondría a escuchar el himno español a los siguientes: Paco Buyo, José Antonio Camacho, Juan Señor, Antonio Maceda, Andoni Goikoetxea, Rafa Gordillo, Víctor Muñoz, "Lobo" Carrasco, Poli Rincón, Manu Sarabia y Carlos Santillana.
La tensión se notaba en el ambiente, pues todo apuntaba a un final triste con decepción añadida. Sin embargo, toda España ignoraba que aquella noche iba a ser una de las más especiales para la historia del fútbol español.
Santillana tardaría dieciséis minutos en hacer un primer gol que no daba muchas esperanzas, aunque aquel tanto sería el primero de los doce que necesitaría su equipo para obrar el milagro en un encuentro que empezaría trabado.
Peor se pondrían las cosas con el empate de Malta en el minuto 24, obra del delantero Silvio Demanuele. En aquel momento, seguro que muchas familias pensaban en recogerse para planear su día a día con total normalidad. No obstante, el cuento no había acabado.
Otra vez Santillana emergería para dar esperanzas a los suyos, anotando otros dos objetivos para irse al descanso con 1-3. Aún serían necesarios doce aciertos para alcanzar el pase. Unos minutos de descanso y a cenar para ver el segundo tiempo... ¡A ver qué pasa!.
La segunda parte empezaría con ritmo frenético. Como si del famoso himno del Liverpool se tratase, "Santillana no caminaría sólo", pues ahí estaba Rincón para ayudarle en su empeño por hacer historia, quien por cierto jugaba aquel día en su casa, donde muchos se acostumbraron a verle de verdiblanco. Poli haría dos goles seguidos.
Antonio Maceda se uniría a la fiesta (y nunca mejor dicho). El de Sagunto también se haría un doblete para poner a los malteses contra las cuerdas, y mientras golpearían una vez más Rincón y Santillana, y de nuevo otra vez el bético.
El partido iba con 10-1 y las espadas estaban en todo lo alto. Muchos españoles volverían a su asiento incrédulos por el resultado, así como expectantes por el desenlace final, en el que daría sentencia final el colegiado turco Erkan Göksel.
A falta de diez minutos aparecería la sombra de uno de los grandes atacantes del Athletic de Bilbao. Manu Sarabia acercaría a España aún más a Europa, aprovechando además que los rivales estaban en inferioridad por la reciente expulsión de Michael Degiorgio.
España se clasificaría para la Eurocopa de Francia 84 con aquel 12-1 sobre Malta. |
- Diez minutos, un gol y el objetivo estaría cumplido. Y de repente un balón suelto de rechace y aparece Señor..."¡Goooooool, goooool de Señoooor!" -exclamaba el ilustre José Ángel de la Casa en directo. El disparo seco del zaguero madrileño besaría la red para el deleite del público.
De esta manera, España hallaba su ansiado y casi imposible pase para la competición europea, con un De la Casa afónico por lo vivido en aquel momento. España había hecho lo inaudito y se metió de lleno en la Eurocopa ante el estupor de todos.
Aquella hazaña aún pudo tener continuidad, pues Miguel Muñoz también les conduciría a la final de Francia 84, en la que los anfitriones, con Michel Platini a la cabeza, pusieron fin a una gran gesta que se pudo prolongar. Aquel España-Malta siempre será considerado como uno de los encuentros más importantes en la historia del fútbol español.
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