¿Te acuerdas de los mayores fiascos de la Liga Española?

 

- Siempre la llamaron la "Liga de las Estrellas", pero en ella muchos se estrellaron, valga la redundancia. Decepciones hubo de todos los gustos y para todos los colores, con fichajes altamente caros o hipotéticas gangas del mercado que acabaron fracasando. 

Empecemos por los equipos más grandes, como por ejemplo, Real Madrid y Barcelona. Tanto unos como otros dieron bombo a ciertos fichajes que acabaron por llevarse los abucheos del público, algunos incluso provocaron risotadas.

Del Madrid destacaría a Nicolas Anelka, un jugador que venia con cartel de estrellita y apenas pudo lucir esa calidad que le atesoraba. Dejan Petkovic, Perica Ognjenovic, Freddy Rincón, Julien Faubert, Antonio Cassano, serían otras de las grandes decepciones blancas, así como los ingleses Jonathan Woodgate y Steve McManaman.

Maguy, una gran decepción atlética.

- Tampoco gustaron en la capital jugadores como Drenthe, Edwin Congo o Claudemir Vitor, pero el que se llevó la palma fue el croata Robert Prosinecki, un campeón de Europa más blando que la mantequilla soriana.

Vamos con su archienemigo del balompié. Al eterno Zlatan Ibrahimovic no le fue muy bien por la ciudad condal, aunque peor se les vio a los Nikola Vukcevic, Emmanuel Petit, Kevin-Prince Boateng, Aleix Vidal, Dmitro Chigrinskiy, Ronald De Boer, Winston Bogarde, Xavier Escaich, Ronnie Ekelund, Maxi López y el francés Mathieu. Eso sí, aún más sonados fueron los Emmanuel Amunike, Aliaksandr Hleb, Christanval, Rüştü Reçber y Christophe Dugarry.

También el Atlético de Madrid se ha llevado lo suyo, pues el "Tren" Valencia acabaría desesperando hasta al mismísimo Jesús Gil. Peor serían los fichajes de Serge Maguy, Gerhard Rodax, Leonel Pilipauskas, Roman Kosecki, Carlos Gamarra, Ígor Dobrovolski, Jackson Martínez, Hugo Leal o Mateja Kezman. Bueno, al último yo no lo vi tan mal como muchos señalaron. 

En el Valencia también nos encontramos con verdaderos fiascos como Michy Batshuayi, Valery Karpin, Asier Del Horno, Víctor Hugo Aristizábal, Francesco Tavano, Nico Olivera, Moussa Saïb y, el más decepcionante de todos, la estrella brasileña Romário de Souza.

Hasta los equipos cuya política les impide fichar tanto, caen en la desgracia de incorporar jugadores decepcionantes, como pasó con el Athletic de Bilbao y los Mikel Vesga, Jonás Ramalho y Borja Viguera y el menos olvidable, Roberto Ríos, por el que se pagó 2000 millones de las antiguas pesetas.

Su vecino, la Real Sociedad, la cagó con incorporaciones como la de Frédéric Peiremans, Joachim Yaw, Arif Erdem, Lee Chun-Soo, Víctor Bonilla, Demetradze, Mattias Asper e Igor Cvitanovic, entre otros.

Al Osasuna no le fue bien con Santi Ezkerro, Tiago Gomes y Sunny, así como tampoco tuvo suerte el Alavés con las llegadas de Aleksandr Mostovoi, Patrick Twumasi o los serbios Aleksandar Katai y Nenad Krstičić.

Lo mismo ocurre con el fútbol gallego, donde aún se recuerda a esa mezcla de Rivaldo y Ronaldo Nazário que era Renaldo Lopes y el delantero galo sin gol, Mickaël Madar. Por su parte, los vecinos del Celta no acertaron con fichajes como el de Dimitrios Papadopoulos, Arthuro Bernhardt, Iván Kaviedes y Zsolt Limperger y, hasta su actual entrenador Eduardo Coudet, llegó a decepcionar como jugador, que no de momento como entrenador. Una de los últimos fiascos fue el eslovaco Robert Mazán, y está por verse si Emre Mor aprovecha su enésima oportunidad.

Ousmane Dembélé y Eden Hazard huelen a fiasco desde que llegaron a sus respectivos clubes.

- Muchos se me quedarán en el tintero, pero aún podría mencionar algunos fiascos más en otros equipos, así de pronto me vienen a la cabeza Atila Kasac (Logroñés), Alfredo Grelak (Racing), Idan Tal (Rayo), Carlos Valderrama y René Higuita (Valladolid), Cezary Kucharski (Sporting), Joyce Moreno (Oviedo), Ranko Despotovic (Cádiz), Palhinha (Mallorca), Álvaro Benito (Getafe), Emílio Peixe (Sevilla), Dusko Tosic (Betis), Rubén Semedo (Villarreal), Alen Peternac (Zaragoza)...

Ahora habrá que estar atentos a la actualidad, ya que también disponemos de muchos casos que apuntan a frustración. Los más flagrantes son los de Ousmane Dembélé y Eden Hazard, del Barça y Madrid respectivamente.