domingo, 1 de agosto de 2021

El personaje: Quique Sánchez Flores.


- Recuerdo que, siendo chavales, observábamos los cromos de fútbol y un día me contaron: "¡Éste es sobrino de Lola Flores!". Aquella sería mi primera impresión sobre Enrique Sánchez Flores, hijo del también futbolista Isidro Sánchez, quien también llegó a jugar para el Real Madrid, además del Betis.

Pero además de ser el sobrino de la famosa "Faraona" del flamenco español e hijo de otro deportista, "Quique" tuvo su trayectoria como jugador, en la que jugó para el mítico Pegaso, Valencia, Zaragoza y Real Madrid. También fue internacional por España en quince ocasiones, y ahora le conocemos como un reputado entrenador.

Quique Sánchez como futbolista.
- Jugaba como lateral derecho y era un jugador de corte elegante, una elegancia que ha sabido conservar hasta tiempos actuales. A sus 56 años, Quique parece madurar como el buen vino, y eso que hay gente que asegura que la carrera de un futbolista desgasta mucho físicamente.
Nació el 5 de febrero de 1965, en Madrid (España). Apadrinado por el mismísimo Alfredo Di Stéfano, su padre aún ejercía como jugador del Real Madrid. Isidro llegaría a comparti cancha con el mito madridista argentino, de ahí la gran amistad.
Quique optó por seguir los pasos de su progenitor, así que inició su carrera jugando para el extinto C.D. Pegaso, de donde se marcharía al Valencia C.F. en plenos años ochenta. Fue así como empezó a competir en la Primera División española, pasando gran parte de su carrera en la entidad valencianista antes de recalar en el Real Madrid.

Era el momento auge de su vida deportiva, cuando gozaba de su fama internacional para jugar a las órdenes de Jorge Valdano, quien acabaría siendo destituido en su puesto en la campaña 95\96.

Al menos celebraría el título de liga en 1995, coincidiendo en el conjunto blanco con buena parte de la llamada "Quinta del Buitre", así como con otros grandes futbolistas de la talla de Iván Zamorano, Michael Laudrup, Fernando Redondo y un joven con maneras de crack que solo estaba empezando a escribir su leyenda: Raúl González Blanco.

En sus dos años como madridista supo mantener la titularidad, pero ya superada la mitad de la década de los noventa, Quique Sánchez abandonaría la capital española para irse al Real Zaragoza.
Con el conjunto maño tendría un año más de fútbol, aunque apenas contaría para Víctor Fernández y el resto de entrenadores que cubrieron su puesto en aquella nefasta campaña 96\97. Terminada la misma, el lateral madrileño colgaría las botas.

Aprendería el oficio de entrenador trabajando en el fútbol base del Real Madrid, para después reaparecer sobre los campos de la Primera División como entrenador del modesto Getafe C.F.

Cubrió sus inicios en el banquillo con gran éxito, ayudando al equipo azulón a mantener la categoría en aquella campaña 2004\05. La buena fama adquirida le permitiría regresar al Valencia, esta vez como entrenador. Dirigiría apenas tres años a la entidad ché, aunque justo se marcharía cuando Mestalla iba a celebrar el título de la Copa del Rey, ya con Voro de entrenador.

Quique Sánchez Flores dirigió a varios equipos de la Primera División española.


- Tuvo un breve paso por el Benfica y recaló en un Atlético de Madrid al que convirtió en campeón de la Copa de la UEFA y la Supercopa europea. Luego volvió al Getafe tras pasar por el fútbol árabe, aunque esta vez no duraría mucho en el Coliseum. En la Premier probó con el Watford y dirigió dos años al Espanyol, aunque fue destituido en u última campaña.

La última experiencia de Quique ha sido de vuelta al Watford, con el que nada pudo hacer por mantenerle en la Premier. Ahora está sin equipo, pero seguro que pronto cogerá las riendas de otro club, ya que aún es demasiado joven.


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