viernes, 16 de marzo de 2018

De moda: Aerosoles como soles.



- A hostias andan entre brasileños y argentinos para dar la razón al autor que antes patentó el aerosol evanescente, más conocido con simpleza como "spray". Algunos dicen que el inventor fue el brasileño Heine Allemagne, quien bautizó a su creación como "Spuny". Desde Argentina señalan que fue Pablo Silva quien ideó el "9.15", nombre que dio a este original invento que se puso de moda fuera de España en los comienzos del nuevo milenio.

Sea de quien sea la patente -que me da igual-, este artilugio se ha puesto tan de moda que triunfó en la Copa Libertadores de América, Copa América y finalmente en la Liga de Campeones de la UEFA. Así hasta que se extendió por todos los países oficialmente.

En España se aprobó su uso competitivo a partir de la campaña 2014\15, cuando los mandamases de la RFEF decidieron acabar con la polémica de las barreras adelantadas y otras tonterías que no hacían más que perder el tiempo de un bonito partido.
El señor colegiado porta el spray en su pantalón para que en un momento determinado -normalmente en los tiros libres- haga uso de esta útil herramienta que separará a la barrera de futbolistas a los reglamentarios 9,15 centímetros del punto donde se ejecute la falta.

Ya imaginábamos que este invento aportaría más de una graciosa u original anécdota a través del tiempo, aunque también las habrá dramáticas. Hombre, de momento no me imagino a ningún árbitro usando este spray como mecanismo de defensa, como si fuera un spray de pimienta para alejar al futbolista agresor... pero todo se andará.

Aunque eso pasase, ¡no problem!, pues la materia que incluye dentro el botecito es totalmente inofensiva, vamos, que no se va a envenenar a nadie y mucho menos dejar ciego. Por lo visto es un liquido gaseoso de color blanco que se emplea sobre el terreno de juego y se desvanece entre 45 segundos y dos minutos... De ahí lo de aerosol evanescente.
Eso sí, un par de casos sí se han dado en los que el colegiado aprieta la pestaña del bote y, con la ayuda del viento, sin querer le rocía la cara al jugador. Que se lo pregunten al bueno de Santi Cazorla, que lo padeció en un Arsenal-Crystal Palace.

También han ocurrido otras historias graciosas a causa del dichoso aerosol. Hay jugadores que han celebrado goles arrebatándole el spray al juez del partido para pintar una chorrada sobre el verde. En cambio, el brasileño David Luiz, se lo llegó a quitar "al de negro" para corregir su línea de lanzamiento, ya que consideró que no estaba bien calculada.

Eso sí, yo me quedo con el detalle de un árbitro que durante un partido entre Palmeiras y el Fenerbahce, se le ocurrió homenajear al jugador Álex de Souza pintando su nombre en el lugar que se iba a lanzar un tiro libre.

El famoso aerosol evanescente se puso de moda a partir de ser probado en varias competiciones americanas.

- En definitiva, este aerosol no se inventó para hacer graffitis, matar moscas, cegar personas o proteger plantas. Tampoco es un utensilio de higiene para rociarse los sobacos, o sí, a lo mejor algunos huelen bien.

Vamos, que no es ni laca, ni spray anti-violadores y mucho menos pintura persistente. Y en este última caso me refiero a un grave incidente que se produjo en el fútbol noruego, cuando a un energúmeno aficionado se le ocurrió saltar al campo para adornarle la cara a un árbitro con un spray de pintura. Ahí no tiene culpa nuestro querido aerosol deportivo.
Aquella gracia dejó ciego a un árbitro de la Eliteserien que solamente cumplía con su trabajo. Espero que el aerosol evanescente siga aportando buenas anécdotas y no aspectos tan negativos, pues esto es solo fútbol, señoras y señores.

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