- Le llaman "Maldini", como ese poderoso central italiano que por siempre figurará como uno de los mejores defensas de la historia. Seguro que este periodista podría descubrirnos más datos, incluso decirnos donde vive.
Su nombre real es Julio Maldonado García, es de Leganés y es un "sabelotodo" del balompié, un computador con patas que lleva en su cabeza millones de datos sobre fútbol internacional, aunque a veces le falle un poco el sistema en la base de datos nacionales.
Le conocimos durante la década de los noventa, cuando formaba parte del equipo profesional de Canal Plus, aunque también ha trabajado en la radio para otras potentes empresas como la Cope o la SER.
A mi me parece un tipo admirable, aunque reconozco que durante sus retransmisiones me chirriaba bastante escuchar su voz y la de Raúl Ruiz Benito, totalmente idénticas. No sabías quién era quien hasta que el sabio balompédico nos soltaba alguna de sus lecciones deportivas.
Sobre el fútbol internacional es muy sabio, sí. Todo el mundo tiene fallos, y yo recuerdo que le pude sacar uno durante una retransmisión de la Eurocopa de Austria-Suiza. Si no me equivoco, creo que fue durante un Polonia-Austria.
En las filas polacas destacaba un brasileño nacionalizado llamado Roger Guerreiro. Pues bien, el señor Maldini supo decirnos que este jugador había jugado en equipos como el Corinthians, Flamengo o Legia Varsovia. Casi nos cuenta su vida que tal y que cual, pero al gran conocedor del fútbol se le escapó un pequeño ápice...
Roger había conseguido un ascenso a Primera con el Celta en 2005. Me llamó la atención que casi nos contase que vive en tal calle, de tal piso con tal número de teléfono y no citase a un equipo de nuestra liga en el que el "brasipolaco" había jugado, por no hablar de su reconversión a extremo izquierda, pues durante su etapa en Vigo jugó como lateral.
Está muy bien eso de que el jugador era muy versátil y correoso, pero ahí me fallaste, amigo. Esa es otra, la manía de sus descripciones narrativas. Supongo que serán cosas del directo, pero parece que para este hombre todos los jugadores eran correosos y versátiles, en eso se repetía más que el chorizo.
Por lo demás no le saco ni un pero. Es más, a mi también me gusta el fútbol internacional, escribo sobre jugadores orientales, escandinavos, balcánicos y norteamericanos, entre otros, y reconozco que más de una vez el cerebro nos pega chispazo y manejando en el tarro tantos nombres es posible que a veces cometamos errores.
No es tarea fácil saber tanto de fútbol, y menos mamarse un taco de partidos como lo ha debido hacer Maldini. Más de una vez nos ha descubierto su casa, plagada de antenas y vídeos con infinitos partidos que se ha estado tragando en sus ratos de ocio.
Este es el sueño de todo futbolero, contar con una videoteca tan extensa. |
- El tío es una máquina, todo un friki del fútbol al que entiendo perfectamente. Este deporte es como una enfermedad que, o puede acabar contigo, o bien te acaba seduciendo como la rubia más llamativa que entra en el bar.
Está claro que Maldini ha sido seducido por los encantos del olor a hierba recién regada. Ojalá contásemos con más profesionales del fútbol como él, pues para comentar partidos hacen falta periodistas que nos descubran cosillas, y este madrileño nos enseña lo que sabe... que no es poco. Ahora incluso cuenta con un espacio propio, "Fiebre Maldini". Su popularidad subió como la espuma desde que tuvo sus primeras apariciones en Canal+. Ahí se empezó a ganar el pan.
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