domingo, 13 de diciembre de 2020

El personaje: Augusto César Lendoiro.



- Para algunos es el mejor presidente que tuvo el Deportivo de La Coruña, mientras que otros le ven como el que arruinó a un club grande a causa de despilfarrar dinero para tratar de codearse con los más grandes de la Liga España.
Mal o bien, es también el responsable de que A Coruña haya disfrutado de seis títulos inolvidables: uno de Liga, dos de la Copa del Rey y tres Supercopas de España. Fuera ya del club tras más de dos décadas de mandato, Augusto Joaquín César Lendoiro tiene que sufrir a un Dépor en Segunda B.

Nació el 6 de junio de 1945 en Corcubión (A Coruña). Estudió en Maristas, probando ya a los quince años como directivo de un modesto club de la ciudad. También fue cofundador del Hockey Club Liceo, equipo que ganó diversos campeonatos.

Pero su momento llegaría el 13 de junio de 1988, cuando decidió coger las riendas de un Deportivo que llevaba poco tiempo en la categoría de plata española. Lendoiro sucedería en el cargo a Luis Carlos Morato Miguel para iniciar un nuevo proyecto que en casi una década llevaría al equipo a Primera.
Todo giraría en torno a la figura de Arsenio Iglesias, el entrenador en el que depositaría toda su confianza para convertir al Dépor en "Superdépor". El primer logro llegaría con el ascenso a la máxima categoría en 1991.

Irrumpiría en la élite del fútbol español un conjunto coruñés que iniciaría su larga estancia entre los grandes con Boronat en el banco, al que sucedería Arsenio para esta vez asentarse en el banquillo de Riazor.

Entonces llegaría el gran momento para la escuadra herculina, en la que ya figurarían los nombres de grandes futbolistas como Bebeto, Mauro Silva, Miroslav Djukic, Liaño, Claudio y Fran González, entre otros.
Al Dépor se le escaparía el título de Liga en 1994, pero no tardaría en reponerse para conseguir los mejores éxitos contando con futbolistas más reconocidos como Djalminha, Rivaldo, Noureddine Naybet, Diego Tristán, Makaay, Víctor, Walter Pandiani, Donato, Valerón, Conceiçao, Jacques Songo´o, Scaloni, Molina... 

Llegarían las Copas del Rey, la Liga, las Supercopas y las inolvidables noches europeas en las que "Superdépor" era la palabra más empleada, pues era uno de los equipos revelación de aquellos años junto al Celta, su eterno rival.

Pero la gloria vio su fin con el primer descenso del equipo blanquiazul, y a partir de entonces llegaría la decadencia de un club sumido en una profunda crisis económica. Tino Fernández sucedería a Lendoiro en enero de 2014. Era el fin de una bonita era que no pudo soportar el peso económico de los gigantes europeos. 

Actualmente, el equipo se halla en la Segunda División B,  suspirando por aquellos maravillosos años en los que fue considerado un grande y anhelando un rápido retorno a la élite que se antoja altamente complicado.

Lendoiro aplaude orgulloso el título de la Liga 1999\2000 cuyo trofeo es alzado por Fran.


- Lendoiro no está al margen de lo que le ocurre a su querido Deportivo. Han pasado veinte años de aquel campeón del cambio de siglo y milenio, una era brillante que vivió Riazor con el ex-presidente de Corcubión, quien ahora agoniza con el conjunto coruñés en la categoría de bronce.

Aún así quedan muchos momentos graciosos y anécdotas que recordar sobre Augusto César Lendoiro, un hombre que ya hace poco demostró que sigue en forma y da la cara ante los medios, como cuando se refirió al madridista Vinícius Júnior para atacar a Javier Tebas (presidente de La Liga) de la siguiente manera: "Tebas es el Vinicius de los despachos: cuando llega el momento de disparar a gol...".

Nunca dejó de sorprender al público con declaraciones como la de "tuve grandes jugadores a los que no les gustaba el fútbol". Además se ha partido la cara por su club, enfrentándose a todo aquel que se le ocurriese meterse con su escudo. Eso sí, a Lendoiro siempre le perseguirá ese título que le etiqueta como "el presidente que llenó las vitrinas y vació la caja".

Pero si hay un momento inolvidable entre todas sus travesuras, es aquella rueda de prensa en la que el presidente se tomaría a coña los pagarés de Sergio González, a quien el club le debía dinero. Lendoiro, ni corto ni perezoso, se arrancó a cantar ante los medios un temazo, con "carrasclás" de fondo y todo.
Fue sin duda una de sus estelares actuaciones antes de que abandonase el barco herculino y lo dejase en bancarrota. A continuación podremos acudir a su concierto humorístico, con single posterior y todo.




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