lunes, 25 de enero de 2021

¿Te acuerdas de aquel gol de la Virgen del Pilar?


 
- Hay goles que se le atribuyen a las diferentes deidades, cada uno atento a la religión que le represente. En el cristianismo, lo normal es darle méritos a Dios, per hubo un día en el que una virgen consiguió hacer feliz a toda una ciudad.
Se trata de la Virgen del Pilar, aquella que vela por la comunidad aragonesa y dio alas para que un hombre como Mohamed Alí Amar, más conocido como "Nayim" y creyente musulmán que nació en la ciudad de Ceuta (España).

Recuerdo aquel golazo como si hubiese ocurrido ayer mismo. Fue un disparo desde su casa que, muy a la altura del basket, se coló en la portería del Arsenal en el último suspiro de una prórroga para hacer campeón al Real Zaragoza.

Aquello supondría que el conjunto maño se llevase la extinta Recopa de Europa al imponerse en el añadido (sobre el añadid) por 1-2. No fui yo, pues fue casi toda la prensa española la que bautizó aquella obra de arte como "El gol que marcó la Virgen del Pilar". Fue un día glorioso e inolvidable para el zaragocismo y, en particular, para el futbolista Nayim.

El Zaragoza había logrado meterse en la Recopa gracias a levantar la Copa del Rey en la campaña 1993\94, padeciendo otra final de infarto que se decidiría en la tanda de penales tras empatar a cero frente al Celta.

Un gran técnico en la historia de la entidad aragonesa como Víctor Fernández, se dispondría a contribuir en el siguiente milagro divino de cara al siguiente curso, en el que más o menos, contaría con los mismos protagonistas.
La portería era cosa de Andoni Cedrún, respaldado en la zaga con hombres como Belsué, Aguado, Solana y Fernando Cáceres. Aragón, Nayim y Poyet se encargaban de la línea de medios, mientras que en delantera estaban los Pardeza, Esnáider y el "Paquete" Higuera.

Aquellas serían las herramientas con las que el Zaragoza debería repetir gesta en el ejercicio 94\95, mientras que en el torneo liguero se lograba un buen papel para coquetear nuevamente con las competiciones europeas.

Durante el torneo de la Recopa se fueron deshaciendo del Gloria Bistrița, Tatran Prešov, Feyenoord y un competitivo Chelsea. En la final esperaría otro de los grandes de Inglaterra, un Arsenal al que aún no dirigía Arsène Wenger.
Stewart Houston dirigía a los temibles "gunners", en cuyas filas se hallaban futbolistas de la talla de Tony Adams, Ian Wright, Stefan Schwarz, John Hartson y el gran David Seaman en la portería.

El 10 de mayo de 1995, a eso de las 20:00 horas de la tarde-noche, en el Parc des Princes de París, Arsenal y Zaragoza se medirían en una vibrante final que nos mantendría a todos atentos ante el televisor.

Nayim y sus compañeros celebran aquel golazo que convirtió al Zaragoza en campeón.


- El argentino Esnáider adelantaría a los maños, mientras que Hartson igualaría la contienda a quince minutos para el final. Pese al jarro de agua fría que supuso el empate, los maños irían a por la victoria como buenamente pudieron durante los treinta minutos de prórroga que dirigiría el colegiado italiano Piero Ceccarini. 

Últimos segundos del minuto 120, con Ceccarini atento a su reloj para decretar el final... 5,4,3,2,1... Balón lanzado desde la derecha por Nayim que supera increíblemente a Seaman y acaba en las mallas del cancerbero inglés.
Fue algo épico. Los miembros del banquillo zaragocista saltaron como locos para festejar aquel milagroso gol del ceutí, un esférico que parecía teledirigido por la Virgen del Pilar para que todos los zaragocistas celebrasen el título de la Recopa europea. 

Algunos recordamos el momento con claridad, pero para aquellos que tengan ciertas lagunas, he decidido recordar el gol divino con un vídeo por cortesía de la plataforma de YouTube:



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