- “Me hierve la sangre roja y se ha picado la roja con la blanca. Me han diagnosticado leucemia, pero eso no me impide entrenar". -Estas palabras dedicaba Joaquín de Jesús Caparrós Camino cuando, por enfermedad, dejaba su cargo del Sevilla hace dos temporadas. Ahora, vuelve a hacer vida normal entrenando a la selección de Armenia.
De esta manera continúa una interminable carrera en los banquillos en la que ha llegado a dirigir clubes como el Athletic de Bilbao, Deportivo de La Coruña, Osasuna, Villarreal, Levante o Mallorca. Incluso lo intentó en el fútbol suizo con el Neuchâtel Xamax.
Caparrós ya entrenaba antes de que cumpliese los treinta años. Primero se hizo cargo de clubes pequeños como el San José Obrero, Campillo, Motilla, Alcázar, Conquense o Manzanares, hasta que en 1996 aceptó un mayor reto al hacerse cargo del Recreativo de Huelva, equipo de Segunda División B que aspiraba a subir a la categoría de plata.
El de Utrera conseguiría cumplir el sueño de los onubenses, pero tendría una buena e irrechazable oferta para hacerse cargo de un Villarreal al que llevaría a la máxima división española. De algún modo, Joaquín es responsable de que el conjunto amarillo sea uno de los clubes más grandes de la Liga Española.
Pero sería con su amado Sevilla con el que conseguiría entrenar en Primera División, ya que su cargo en el Villarreal había sido ocupado por otro antes de que El Madrigal celebrase el ascenso a Primera.
Con el equipo de su tierra no solo celebraría el ascenso, ya que también disfrutaría de muchos años entrenando entre los más grandes, hasta que en 2005 se fue a Galicia.
Se hizo cargo del Deportivo de La Coruña durante un par de años. Caparrós dejaría muy buen recuerdo en su paso por la ciudad herculina, la que abandonaría para aceptar el difícil reto de entrenar al Athletic Club.
Lejos de decepcionar, el utrerano se acostumbraría a la política de cantera del equipo vasco, donde hizo grandes a Fernando Llorente, Javi Martínez y Aritz Aduriz, tres futbolistas importantes para el fútbol euskaldún.
Pronto se le empezaría a conocer como "Jokin" (traducción de su nombre en euskera), ese entrenador con carácter y un chicle que dominaba su mandíbula, como supo dominar el fútbol español deleitando a la llamada "Catedral".
Tras conquistar al respetable "zurigorri", Joaquín Caparrós continuaría su camino con el Real Mallorca, con el que desgraciadamente bajaría a Segunda División en la temporada 2012\13.
Joaquín Caparrós es todo carácter y experiencia en los banquillos. |
Lo mismo haría al año siguiente con la destitución de Pablo Machín, aunque la repentina aparición de su leucemia crónica le haría aparcar su carrera durante un tiempo. El 10 de marzo de 2020, y en plena pandemia mundial, un echado para adelante como Caparrós se haría seleccionador de Armenia.
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