- Supongo que todos los de mi generación recordarán con admiración a uno de los mejores equipos que "campeonaron" durante los años noventa, desplegando un fútbol directo y demoledor que causó estupor por el mundo.
Evidentemente, me estoy refiriendo a aquel poderoso Milan que tantas tardes de gloria ofrecieron a los seguidores del Giuseppe Meazza, un invencible conjunto que se adjudicó seis títulos ligueros y la Liga de Campeones de 1994. Además de los títulos obtenidos, la escuadra milanista pudo contar con grandes futbolistas que pasaron a la posteridad, recordados como grandes leyendas históricas.
Fabio Capello fue uno de sus entrenadores. |
- Yo fui uno de los grandes admiradores de aquella apisonadora que motivó mi feliz infancia y parte de la adolescencia. Casi puedo recordar con nitidez los comienzos de un Milan espectacular que empezaría a tomar forma con la llegada de Arrigo Sacchi a San Siro.
La portería era cosa de hombres como Andrea Pazzagli y Sebastiano Rossi, y la defensa fue una de las más recordadas de la historia, con Franco Baresi, Paolo Maldini, Mauro Tassotti y Costacurta. También se leían en cada alineación los nombres de Roberto Donadoni, Daniele Massaro, Alberigo Evani, Filippo Galli y el gran Carlo Ancelotti.
Entre tan bueno futbolista estaban los mejores, los tres holandeses Frank Rijkaard, Ruud Gullit y Marco Van Basten, aquel trío occidental que tanto dio que hablar por entonces. Otros elementos de la plantilla "rossonera" eran Carbone, Agostini, Taibi, Gaudenzi, Stroppa y Marco Simone.
Digamos que el primer curso de aquella década fue más bien de ensayo. Los de Sacchi solamente conseguirían alzar la Copa Intercontinental y la Supercopa europea, aunque el equipo ya empezaba a carburar un fútbol que causaría sensación y presumía de dos trofeos de la Champions League, obtenidos en 1989 y 1990.
Ya de cara al curso 1991\92, Fabio Capello se sentaría en el banquillo de San Siro para traer el primer título de Liga de aquella mágica década. El de Pieris sería el gran director de orquesta durante los mejrs años del AC Milan.
Emergerían otras figuras internacionales como la de Christian Panucci, Desailly, Albertini, Roberto Baggio, Di Canio, Lentini, Papin y el arte balcánico de los Dejan Savicevic y Zvonimir Boban. Tampoco hay que olvidarse del Balón de Oro liberiano George Weah.
El Milan se afianzaría como el mejor equipo de Italia, llevándose el "Scudetto" de forma consecutiva durante cuatro campañas y, para ponerle al pastel la guinda, los de Capello se alzarían con la Liga de Campeones de 1994.
Ya era una realidad. Aquel cuadro "rossonero" se había metido en nuestras cabezas y seguíamos cada partido para disfrutar de un buen fútbol ajeno a la Liga Española, y es que aquel gigante milanés era algo fuera de lo normal.
Durante aquellos años contarían con la presencia de más leyendas futbolísticas, aunque algunos como Paulo Futre o Brian Laudrup, no llegarían a convencer.
Vemos a los Albertini, Gullit, Rijkaard, Baresi y Van Basten celebrando un gol del AC Milan. |
- Como todo en esta vida, un gran ciclo debe tener su fin. Con la marcha de Capello se acabarían las gestas, aunque con la llegada de Alberto Zaccheroni llegaría el último título liguero de aquella inolvidable década de los noventa.
Muchos futbolistas que formaron aquel maravilloso Milan acabarían retirándose, mientras otros se marcharían a otros equipos dejando un imborrable recuerdo de uno de los clubes más laureados de la historia del balompié. Nadie puede negar el gran trabajo que hizo aquel conjunto milanés, seguramente, el mejor de aquellos lejanos años noventa.
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