- Comenzó como una apreciación personal, siguió entre risas con colegas y acabó siendo la comidilla de foros, páginas e incluso en la propia televisión. José Miguel González Martín del Campo, al que más bien conocemos como "Míchel", tanto en su pasado como jugador y en su actual faceta de entrenador, fue también un asiduo comentarista de la TVE.
Todo empieza a partir de mediados de los noventa, con su retirada futbolística y esporádicas apariciones televisivas para comentar partidos, algo que han hecho otros como José María Bakero, Santiago Cañizares o Julio Salinas, entre otros.
- Al parecer, el madrileño le cogería el gustillo a eso de aparecer ante la pantalla para seguir cerca de su deporte favorito, codeándose con otros profesionales del periodismo como José Ángel de la Casa, Michael Robinson o Carlos Martínez.
Al principio aparecería comentando partidos junto a otros deportistas jubilados, pero fue a partir de finales de los noventa cuando nos acostumbramos a verle más a menudo en las citas de TVE, especialmente en encuentros de competiciones europeas.
Hasta 2005 tuvimos tiempo de "disfrutar" de sus aportaciones, y utilizo las comillas porque parece que a muchos no les entusiasmaba su forma de vivir sus narraciones en antena. La verdad es que Míchel era demasiado soso.
Se le llegó a criticar de tal manera, que el propio José Ángel de la Casa se cansó de defender a su compañero ante los medios. No obstante, los bostezadores comentarios de Míchel se tornarían en diversión cuando en él se apreció una especia de superpoder jamás visto en las narraciones deportivas. ¡Míchel era gafe!.
Como ya he dicho, todo empezó por casualidad. Sería en una de las retransmisiones de la Copa de la UEFA en la que yo seguía los partidos de mi equipo, cuando es inevitable escuchar los razonamientos de los periodistas.
Con el paso de los partidos -especialmente de competiciones europeas-, me di cuenta de que el madrileño era capaz de alterar el orden de un partido. Es decir, con sus comentarios, Don Miguel cambiaba el rumbo de todo encuentro.
Me quedó marcado aquel día en el que el Celta se jugaba el pase a las semifinales ante el Olympique de Marsella. Durante todo el partido, el ex-jugador preveía cosas que nunca ocurrirían... o más bien al contrario. Solo él vería entrar una pelota de Vladimir Gudelj, la que todos vimos pasearse por la portería del equipo francés. Míchel vería un gol cantado.
Evidentemente, el madrileño deseaba el gol del equipo vigués, pero su visión haría que ocurriese todo lo contrario, y el Celta sería eliminado de la competición europea. A partir de entonces, sería tentativo seguir sus pronósticos en directo.
Sobre todo me acuerdo de aquella espectacular final de Champions entre Bayern de Munich y Manchester United, un encuentro en el que el bueno de Míchel no se cansó de meter la pata en plan: "Tiene pinta de que esto se va a la prórroga"... y Ole Gunnar Solskjaer marca el tanto que daría la victoria de los "Reds Devils" en el último suspiro.
Míchel (a la izquierda) y Julio Salinas de comentaristas, junto a José Ángel de la Casa. |
- Parece que no fui el único que se fijó en el nuevo "talento" de Míchel, algo que enseguida quise comprobar junto a mis amigos en algunas de nuestras quedadas futboleras... y es que las risas estaban aseguradas.
El caso es que así estuvo comentando durante años, incluso siendo narrador de lujo para el Mundial de Francia 98 y otros torneos internacionales. En todo partido televisado, el madrileño nos asombraba con esos poderes que desconocíamos sobre él. Sería un comentarista soso y con poca vida, pero al menos nos hizo pasar unas veladas de fútbol de lo más divertidas.
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