- La pandemia del Coronavirus ha hecho que muchas cosas cambien en el mundo del fútbol, pero también ha provocado que curra algo que, hasta la fecha, jamás había ocurrido. Este año, es más, en este mes de abril, se disputarán dos Copas del Rey, la que corresponde a la campaña 2019\20 y la del presente ejercicio 2020\21.
Por ello, el título más apropiado para este artículo no puede ser otro que el que se muestra, aunque sea en el sentido más metafórico, pues eso de irnos de copas es algo imposible a causa de las restricciones dictadas por el gobierno y la importancia que merece esta situación tan problemática para la sociedad.
Nunca antes había ocurrido, y difícilmente ocurrirá que un mismo equipo dispute esas dos finales sin llegar a ser uno de los clubes más punteros de La Liga. El Athletic Club de Bilbao tiene ese merecido honor.
En su primera final, la que se disputó en La Cartuja sevillana el sábado noche del 3 de abril, la Real Sociedad le acabaría aguando la fiesta al imponerse por un solitario gol de penalti, marcado por Mikel Oyarzabal.
Ahora cuenta con otra oportunidad, pues La Cartuja acogerá su segunda final copera este sábado 17 de abril de un 2021 que no da tregua a causa del Covid-19. Enfrente tendrá a un rival incómodo, su verdugo en esta competición: el F.C. Barcelona.
Justo ayer repasábamos el historial de vascos y catalanes enfrentándose en todas las finales del torneo del K.O., en las que los blaugranas salen claramente favorecidos. Pero lo realmente preocupante es saber que el Barça no ha perdonado en sus últimas tres finales.
Sabemos que la cosa está complicada para los bilbaínos, aunque nada es imposible. Los de Ronald Koeman, eliminados de la Champions no hace mucho, busca acallar el hambre de títulos de su afición, que lleva más de un año ansiando éxitos.
Tampoco están saciados los de Marcelino García Toral, quien pese a conseguir la Supercopa nada más llegar, considera más importante alzar esa Copa del Rey a la que tanta importancia se da por tierras vizcaínas.
Desde el entorno del Athletic hay esperanzas, pues para ganar aquella Supercopa, los rojiblancos tuvieron que dominar a una potente escuadra conformada por los Lionel Messi, Antoine Griezmann y Ousmane Dembélé.
Los Iñaki Williams, Asier Villalibre y Raúl García no merecen menos respeto, pues ya en aquella final contra los barcelonistas demostraron que sabían domar a unas fieras, las que se midieron a las garras de los leones. Los vascos ganarían en aquella final de la Supercopa por 3-2.
Ahora estamos ante otra noche de puro espectáculo, una segunda final de Copa en un mes de abril que pasará a ser histórico por haber acogido dos ediciones: la que aún andan celebrando por San Sebastián y la que esperan poder celebrar en Bilbao o Barcelona. Todo dependerá del resultado definitivo.
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| Tres equipos para dos finales de Copa, las que se disputarán en este atípico mes de abril. |
- Tan solo aguardo que el partido sea más vistoso que el que pudimos contemplar en el derbi vasco, que por cierto, fue el primer de la historia en una final de la Copa del Rey. Por supuesto, el Barça-Athletic no es el único enfrentamiento copero, pues mañana veremos el noveno entre ambos clubes.
Esta vez no habrá pitada al himno, como no pudo haberlo hace dos semanas en el clásico vasco. Y es que aún seguimos sin poder disfrutar de público en los estadios, aquellos aficionados que quisieran tomarse todas esas copas que estamos presenciando en el mes de abril más copero de la historia. Solo nos queda desear suerte a ambos equipos aunque, por simpatía, siempre iré con el Athletic.
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