domingo, 4 de abril de 2021

El personaje: Teresa Rivero.


- Fue la primera mujer en presidir un club de la Primera División española, algo que me gustaría que ocurriese más a menudo. Tenéis que acordaros de ella por todo lo que conllevó su mandato en el Rayo Vallecano, un club que con ella vivió su etapa más dulce (como el flan Dhul) y posteriormente la más amarga.

María Teresa Rivero Sánchez-Romate nació el 19 de mayo de 1935 en Jerez de la Frontera (España). Viuda de José María Ruiz-Mateos, era una ama de casa que se hacía cargo de trece hijos hasta que el fútbol cambió su vida.

Su marido -el Superman que luchaba contra Miguel Boyer-, era el máximo accionista del Rayo cuando decidió nombrarla presidenta del club. Esta socia del Opus Dei, y cuya familia era experta en enología, aceptaría el cargo pese a que sus conocimientos sobre el fútbol eran nulos.
Hasta entonces, Teresa estaba acostumbrada a cuidar de sus hijos, vivir de putimbola madre y era aficionada a la guitarra, pero con 59 años se vería compartiendo palco con los afamados presidentes de otros clubes.

El Rayo viviría una de las etapas más brillantes con su presidenta, quien incluso llegaría a donar su nombre y apellido a ese estadio que hoy en día conocemos simplemente como "el Campo de Vallecas".

Quiso hacer grande hasta al equipo femenino, pues hasta presentaría su fichaje más mediático cuando se hizo con los servicios de la bellísima Milene Domingues, más conocida como "Ronaldinha" por su idilio con el crack Ronaldo Nazário
Durante más de tres lustros dirigiría a la entidad vallecana, para la que había empezado en 1994 y acabó en 2011. Al final pudo más lo malo que lo bueno obtenido.

Hay que reconocer que muchas cosas las hizo fatal, como llegar tarde a los partidos o, simple y directamente, ni aparecer. También protagonizó algunos escándalos en el palco, e incluso llegaría a llamar mamarrachos a los jugadores del Rayo.

Aquella señora con una cabellera que parecía algodón de feria y una cara de sufrimiento permanente, acabaría por arruinar totalmente al modesto equipo madrileño, afectado por por la quiebra de las otras empresas vinculadas a Rumasa, así que el club tendría que entrar en el típico concurso de acreedores que amenazaría la existencia de la entidad deportiva.

Por todo aquello que no sabría dirigir, Teresa optaría por traspasar las acciones del Rayo al empresario Raúl Martín Presa, poniendo así punto y final a su larga etapa como máxima mandataria rayista. De esta forma, sus años de gloria en el mundo del deporte verían su fin, dejando una pésima imagen que nunca perdonará todo aficionado vallecano. El nombre de Teresa Rivero ya no haría gracia alguna por el barrio madrileño. 

María Teresa Rivero y José María Ruíz-Mateos en su dulce etapa rayista.


- A partir de entonces, la vida de la ex-.presidenta rayista se tornaría en una auténtica pesadilla. A la muerte de su esposo José María Ruíz-Mateos (7-9-2015), habría que añadir los líos que surgirían a causa de sus pésimas gestiones.

En 2018 sería condenada a prisión por fraude fiscal, ¡lo que le faltaba para el duro!. Atrás quedarían esos años de fútbol sin consciencia, de impuntualidad, desmedidas discusiones con otros gerentes y de falsas apariencias en aquellos diecisiete años que estuvo vinculada al deporte. Teresa Rivero no acabó bien su leyenda como rayista.

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