- Hubo tres equipos que marcaron mi adolescencia y de los que me declaré fan incondicional, eso sí, siempre por detrás de mi siempre amado Celta. Estos clubes que acapararon la atención de los años noventa fueron el Estrella Roja, el AC Milan y el Ajax de Amsterdam, campeones de la Champions en 1991, 1994 y 1995 respectivamente.
Por entonces, esa Champions League que a día de hoy denominamos todos, era más conocida por España como la Liga de Campeones, y cierto es que el Milan ya venía con la experiencia de haberse llevado las ediciones de 1989 y 1990.
Litmanen, una estrella del Ajax. |
- Hoy quiero centrarme en el Ajax, ese club que sirvió como cantera de todo el fútbol europeo y que tantos grandes futbolistas ha dado a lo largo de su historia. Quien a día de hoy da nombre al Amsterdam Arena, Don Johan Cruyff, fue uno de los más laureados.
Tanto me entusiasmaría el fútbol de aquel equipo, que hasta llegaría a comprarme aquella camiseta azulona con la que celebraría el último título de la Champions, el que ganó en 1995. Ya han pasado casi treinta años de aquella hazaña, pero todavía puedo recordarla con nitidez.
Además del fútbol holandés, siempre sentí especial gusto por el balcánico, el británico, alemán o argentino. La Eredivisie no vendía tanto como la recién creada Premier, la Bundesliga o la Liga Española, sin embargo nos concedió un histórico equipo que jamás ha podido volver a alzar la famosa "Orejona". Eso sí, la factoría de Amsterdam continúa aportando grandes futbolistas.
Y ahora mencionemos a unos cuantos holandeses que conocimos de aquel glorioso Ajax de mediados de los noventa. Estaban el arquero Edwin Van der Sar, Danny Blind, los hermanos Ronald y Frank De Boer, Edgar Davids, Michael Reiziger, Clarence Seedorf, Marc Overmars, Patrick Kluivert, Nordin Wooter y el veterano Frank Rijkaard.
Algunas de las estrellas foráneas eran los nigerianos Nwankwo Kanu y Finidi George, así como el crack finlandés Jari Litmanen, quien como muchos del equipo, años después acabaría en la Liga Española, jugando para el Barça.
El director de aquella célebre orquesta occidental sería Louis Van Gaal, otro viejo conocido de la entidad blaugrana que se acabaría dando a conocer por su magnífica gestión por Europa con el Ajax.
El técnico llevaría por el buen camino al conjunto de Amsterdam, encuadrado en un difícil grupo en el que competía contra Milan, Red Bull de Salzburgo y AEK Atenas. Sus pupilos solo cederían un par de puntos por empates. El resto serían victorias.
Los holandeses fueron avanzando fírmemente hacia la final, primero derrotando al croata Hajduk Split, y después pasando por encima de un Bayern de Munich al que llegaría a meterle cinco tantos para pasar al último escollo.
Y como no, en la final de Ernst Happel (Viena) aguardaría otro de mis favoritos, aquel Milan de Fabio Capello al que ya había adelantado en la fase de grupos. La cena estaba servida, y ahora solo faltaba disfrutar del festín.
Fue una de las mejores finales que recuerdo, con dos equipos muy poderosos que tuvieron arranques de calidad sin suerte de cara a la portería. Pasaron muchos minutos y todo se decidiría al final del encuentro, como en las grandes finales.
Los jugadores del Ajax celebran el último trofeo de la Champions que llegó a Amsterdam. |
- Recuerdo que no sabía de qué parte ponerme, o de aquel Milan que tanto me encandiló por entonces, o de aquella apisonadora franjirroja que aquella noche vestía de azulón. Kluivert me lo pondría fácil, pues con su gol me haría saltar del asiento.
El Ajax vencería por 1-0 para hacer claudicar a una poderosa escuadra milanesa acostumbrada a muchas gestas como aquella. Todos recordarían a aquel victorioso equipo neerlandés que poco a poco iría desintegrándose, pues ya sabemos a donde fueron a parar muchos de sus jugadores tras aquella última Champions que aterrizó en Amsterdam tras aquella mágica noche del 24 de mayo de 1995.
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